Hizo falta tres inyecciones de calmantes para contener al agresor, cuya frecuencia cardíaca no bajaba de las 147 pulsaciones por minuto
Una violecia
desatada, inexplicable, casi rabia, llevó a un individuo a agredir a un taxista,
que resultó con magulladuras y golpes, en la parada de taxis de la avenida de
Torrelavega. Después la emprendió a golpes e hirió a tres policías locales, a
dos guardias de seguridad y a un facultativo médico del Hospital Universitario
Central de Asturias. Todo esto resume mucho unos hechos que comenzaron a las
doce y ocho minutos de la madrugada del domingo.
LOS HECHOS
El
incidente. El agresor se sube a un taxi y pide que le reserve mesa en
un restaurante. El taxista se niega y le da una paliza.
La
Policía. Hizo falta cuatro agentes de la Local para reducirlo tras
romper la puerta y ventana del coche patrulla.
Los
heridos. La Local lo traslada al HUCA y tras quitarle las esposas
agrede a los Policía, el médico y a dos guardias de seguridad.
Según fuentes
de la Policía Local, a esa hora recibieron una llamada por una pelea en avenida
de Torrelavega. La trifulca en sí se inició de este modo. Un individuo se sube
a un taxi de la parada y le pide que le lleve hasta la parrilla de Buenos
Aires, en la carretera del Naranco. A todo esto, antes de arrancar, el
individuo exige al taxista que llame al restaurante y reserve mesa. Éste se
niega. En ese momento, el agresor, la emprende a golpes con el taxista.
Un vecino que
pasaba por ahí, logra separarlos y reducir al agresor. Lo tiene bajo su cuerpo
cuando llega la primera patrulla de la Policía Local. Varios testigos gritan:
¡el agresor es el del suelo, es el del suelo!.
La Policía se
hace cargo de él, no sin antes pedir refuerzos. Hasta la parada de taxis de
Torrelavega llega otra patrulla. Entre los cuatro reducen al agresor y lo
introducen en el coche esposado para llevarlo al HUCA. Dentro del coche la
emprende a patadas contra la puerta y logra desencajarla. Revienta la
ventanilla trasera e intenta saltar por ella. Los agentes lo cambian de coche y
lo llevan directo al HUCA. Allí, el médico pide que le quiten las esposas para
poder reconocerlo. Los Policías consienten y en ese momento se abalanza contra
el médico, los cuatro agentes y dos guardias de seguridad privada del centro
hospitalario. Dos agentes resultaron heridos en el hombro y en las costillas
respectivamente y a uno de los guardias de seguridad le desgarró el bíceps.
Arrancó las
cinchas de las camillas a las que intentaban amarrarle e hicieron falta tres
inyecciones de tranquilizantes para reducir al individuo. Con la última de
ellas, la frecuencia cardiaca del agresor aún alcanzaba las 147 pulsaciones por
minuto y su temperatura corporal no bajaba de los 40 grados. Los análisis
confirmaron que el hombre, que no era muy corpulento, estaba bajo los efectos
de la cocaína y el alcohol. Permanece ingresado en la UCI, bajo custodia
policial y pasará a disposición judicial. No portaba documentación alguna.
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